Una experiencia increíble, poco turística y completamente gratis.

¿Estás en Cusco y te apetece una excursión increíble, poco turística y completamente gratis?

No. No te estamos engañando. Cusco está ubicada en el corazón de los andes peruanos y tiene rutas maravillosas —y poco conocidas— que puedes hacer por tu cuenta. Una de ellas es la que incluye el Templo de los Monos, el Templo de la Luna e Inquilltambo, una excursión de dificultad fácil que podrás llevar a cabo en tres o cuatro horas —dependiendo de lo que te demores en visitar cada lugar— y que recorre parajes naturales increíbles a través de las bonitas montañas que rodean la antigua capital del Tahuantinsuyo.

La ruta se puede iniciar en la misma Plazoleta de San Blas desde donde los excursionistas se demorarán un aproximado de 30 minutos en llegar al Templo de los Monos. El camino a seguir es fácilmente ubicable a través de Google Maps y completamente seguro. Recorre la Calle Suytuqhatu, cruzando la Avenida de la Circunvalación y atravesando Villa San Blas, un pequeño conglomerado de casas ubicado encima del bohemio barrio de San Blas.

El Templo de los Monos —o Cusilluchayoc en lengua quechua— es una gran roca tallada donde pueden observarse los antiguos relieves de serpientes y monos que le dieron antiguamente nombre al lugar. Es muy interesante darse una vuelta por el templo tratando de ubicar las diversas figuras talladas en las piedras. Un lugar de gran valor arqueológico con galerías y pasillos que se comunican entre sí. Las paredes albergaban nichos y pilas de agua que se asume que fueron utilizadas con fines litúrgicos. También puede observarse esculpida en la roca la figura de un gran felino, probablemente un puma. Este templo se sigue usando para realizar rituales mágico-religiosos como lo demuestran algunas ofrendas que pueden encontrarse en el lugar.

A tan solo 500 metros siguiendo la ruta del Qapaq Ñan, se encuentra el Templo de la Luna —Quillarumiyoc en lengua quechua—, un santuario mágico donde los incas celebraban rituales en honor a la luna y que consta de tres cuevas. Por encima de la cueva principal, una pequeña abertura hace que la estancia se ilumine por completo en las noches de luna llena más cercanas al solsticio de invierno. El Templo de la Luna es conocido por muchos como un santuario para la fertilidad. Aunque actualmente la entrada a la cueva principal está prohibida, en la parte superior del templo los excursionistas podrán disfrutar de unas magníficas vistas del entorno natural que rodea Cusco pudiendo sentir una paz especial alejada del bullicio de la ciudad. En las rocas que se encuentran en la cumbre, se distinguen formas esculpidas de llamas, cóndores, serpientes, pumas y chakanas —la cruz andina—.

Los excursionistas que quieran continuar la aventura podrán seguir el camino hasta Inkilltambo (perfectamente indicado desde el Templo de la Luna). Este precioso complejo arqueológico rodeado de naturaleza fue un santuario ceremonial construido durante el gobierno del Inca Wiracocha, según datos de los cronistas de la época colonial. En él se pueden encontrar rocas labradas conectadas por pasadizos estrechos, así como recintos rectangulares, andenes, fuentes, escalinatas y canales de la época prehispánica. Un lugar en el que se rendía culto a los muertos. Tan solo dos años atrás, la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco (DCC) concluyó las obras de restauración.

¿Todavía no te crees que puedas visitar estos increíbles lugares nada turísticos y completamente gratis? De ti depende comprobar si lo aquí descrito es cierto o no. Solo tienes que empezar a caminar desde el bohemio barrio de San Blas y ascender hacia la montaña. Si sigues nuestras indicaciones, no tiene pérdida. Una excursión que te llevará a conocer rincones de Cusco de una forma segura, fácil y perfectamente indicada. Un recorrido de ida y vuelta que no podría terminar de una mejor manera que con un perfecto almuerzo en Jack’s Café, ubicado a los pies del barrio de San Blas.

¿Te atreves a vivir la experiencia?

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